Francisco debajo de una pantalla con la imagen de San Óscar Romero durante la JMJ en Panamá. |
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En su
discurso al Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC) el 24 de enero del
2019, el Papa Francisco propuso a San Óscar A. Romero como modelo para los
obispos de la región. [Texto del discurso aquí;
y buenos resúmenes en español aquí,
y en inglés aquí.] El Canciller de la República de El Salvador Carlos
Castaneda declaró que Francisco había presentado a Romero “como una de las personalidades más grandes del mundo, un guía
espiritual por excelencia”, en tal discurso. [Ver también: Romero para Doctor de la Iglesia; los otros doctores.]
Admiración papal
Presentando
a Romero, Francisco puso en evidencia su gran admiración por el santo. Francisco dijo ante el SEDAC que quería
proceder no solo “bajo la figura de
Romero”, sino “de la mano de san
Óscar”, “a quien tuve el privilegio
de canonizar”. Más tarde,
dirigiéndose a los jóvenes reunidos para el encuentro, Francisco puso en evidencia otra vez su entusiasmo por Romero.
“A un santo de estas tierras”, empezó a decir el Papa a la juventud bulliciosa; pero primero pidió atención: “escuchen esto”. Después
siguió: “a un santo de estas tierras le
gustaba decir: «El cristianismo no es un conjunto de verdades que hay que
creer, de leyes que hay que cumplir, o de prohibiciones».”[i] Eran palabras de Romero. Francisco completó
la cita: «Así, el cristianismo resulta
muy repugnante.[ii]
El cristianismo es una Persona que me amó tanto, que reclama y pide mi amor. El
cristianismo es Cristo».[iii] (Homilía, 6 noviembre 1977.) De hecho, le
gustó tanto la frase que pidió a los jóvenes que repitieran tres veces: “¡El cristianismo es Cristo!”.
Actualización: de regreso en Roma, el Papa les dijo a los peregrinos en su Audiencia General del 30 de enero del 2019 que él y los obispos centroamericanos “nos dejamos enseñar por el testimonio del santo obispo Oscar Romero” durante su encuentro.
Actualización: de regreso en Roma, el Papa les dijo a los peregrinos en su Audiencia General del 30 de enero del 2019 que él y los obispos centroamericanos “nos dejamos enseñar por el testimonio del santo obispo Oscar Romero” durante su encuentro.
El discurso
ante el SEDAC citó diversas homilías romerianas, además de ejemplos de su vida.
El texto debe situarse también a la par de otros pronunciamientos de Francisco
sobre Romero, especialmente su carta
a los obispos salvadoreños para la beatificación de Romero, y sus palabras
dirigidas a peregrinos salvadoreños en Roma en octubre del 2015, y octubre del 2018.
Un padre latinoamericano
A los
peregrinos el octubre pasado, Francisco dijo que Romero es “un pastor insigne del continente americano”,
y efectivamente ante el SEDAC lo estaba presentando como un padre de la iglesia
en el continente. “Apelar a la figura de Romero es apelar a la santidad y al carácter
profético que vive en el ADN de vuestras Iglesias particulares”, declaró
Francisco a los obispos centroamericanos.
Ya desde su
beatificación, Francisco escribía
a los obispos salvadoreños que era un “día
de fiesta para la Nación salvadoreña, y también para los países hermanos
latinoamericanos”. Esta palabra se
concretizó en Panamá, donde Francisco colocó una reliquia de Romero en el altar
de la catedral más vieja del continente, a la par de los santos
latinoamericanos más destacados, San Martín de Porres y Santa Rosa de Lima.
Un modelo de obispo
Sobre todo,
Francisco ha presentado a Romero como un modelo para los obispos. Lo hizo en octubre, en medio del sínodo de
obispos, cuando Francisco presentó a Romero “a mis hermanos en el
Episcopado”, como “un ejemplo y un
estímulo en el ministerio que les ha sido confiado”.
En Panamá
esto ha sido puesto dentro de un enfoque más acertado. “Su vida y enseñanza”, dijo Francisco—hablando de Romero—“son fuente constante de inspiración para
nuestras Iglesias y, de modo particular, para nosotros obispos”. Es notable también que Francisco identifique
dos elementos distintos: “su vida y enseñanza”. Su vida ya ha sido consagrada como digna de
admiración, porque vivió como santo y murió como un mártir. Pero Francisco está señalando su enseñanza como otro aspecto
importante de su legado.
En
particular, Francisco destaca a Romero como un ejemplar de cómo hacer pastoral:
“Una vara un poco alta, pero vara al fin
para evaluar nuestro corazón episcopal”, dijo al SEDAC.
Sobre este punto parece haber coincidencia ecuménica: para la canonización, el arzobispo de Canterbury escribió al Pontífice que Romero era “un verdadero ejemplo para todos los cristianos, y particularmente para nuestros compañeros en el episcopado”.
Sobre este punto parece haber coincidencia ecuménica: para la canonización, el arzobispo de Canterbury escribió al Pontífice que Romero era “un verdadero ejemplo para todos los cristianos, y particularmente para nuestros compañeros en el episcopado”.
Sentir Con La Iglesia
La primera
“enseñanza” de Romero que Francisco medita con el SEDAC es su lema episcopal
(“Sentir con la Iglesia”), el cual, según Francisco, “expresa de manera clara su principio inspirador y lo que fue su vida de
pastor”.
Francisco
lo declara una “brújula que marcó su vida
en fidelidad”. De hecho, Romero dijo
en su vez que su lema episcopal “concretamente
significa apego incondicional a la Jerarquía” (Chaparrastique, 1965). De la
misma manera, Francisco defiende a Romero de toda acusación de desvío: “No fue ideólogo ni ideológico; su actuar
nació de una compenetración con los documentos conciliares”.
Pero el
“Sentir con la Iglesia” de Romero no termina con el estudio y la aceptación
teórica de los textos adoptados por la jerarquía en el Concilio Vaticano II. “Iluminado
desde este horizonte eclesial”, dice Francisco, “sentir con la Iglesia es para Romero contemplarla como Pueblo de Dios”.
Lo
ingenioso de Romero es que transforma su “sentir” jerárquico y ortodoxo a un “sentir”
amplio y popular. Se vuelve apertura al
sufrimiento de su pueblo, a la escucha de sus ansias y aspiraciones, y a la
identificación y cercanía con sus sacerdotes (ejemplo señalado por Francisco: Padre Rutilio Grande).
Iglesia de la Kénosis
La gran
innovación de Francisco en el SEDAC fue en presentar a Romero como el gran
maestro sobre la Iglesia de la kénosis
de Cristo (es decir, su despojo voluntario de su divinidad para asumir una
identificación total con la humanidad en la encarnación). Llevar esa kénosis, dijo Romero, y lo repitió Francisco, significa despojarse la Iglesia de todos los rasgos del poder y los privilegios mundanos.
Romero lo
explica explícitamente en una homilía
del 1 de octubre de 1978. Romero habla
de la kénosis para explicar el
abandono por los papas posconciliares de los símbolos del poder: la coronación,
la tiara, la silla gestatoria; y de Romero al vivir en un hospital de
cancerosos e identificarse con los pobres.
Es interesante porque Francisco ha retomado esta opción de manera
decidida al no usar los apartamentos papales, ni las vestimentas más vistosas,
y al querer hacerse más cercano a “las periferias existenciales” que a los
centros del poder.
Aparte de
evidenciar un profundo conocimiento, por parte del Papa, de los
pronunciamientos del obispo mártir, la propuesta también cuenta con una
fundamentación sólida en el desarrollo doctrinal de Romero. Una nota del biógrafo de Romero, el P. James
R. Brockman, constata que Romero evolucionó de ser un rigoroso ascético que se privaba
de los excesos sensuales hasta convertirse en alguien que buscó vaciarse de si
mismo para aceptar maduramente la voluntad de Dios. [iv]
En su histórico discurso ante el SEDAC, Francisco ha colocado a San Óscar Romero como un
verdadero estandarte para la Iglesia Latinoamericana, cuyas enseñanzas deben
incorporarse al magisterio continental.
(En la
Fiesta de Santo Tomás de Aquino)
[i] Compárese: Benedicto XVI, pronunciamiento
del 5 de agosto de 2006: “el
cristianismo, el catolicismo no es un cúmulo de prohibiciones, sino una opción
positiva ... Se ha hablado mucho de lo que no está permitido, y ahora hay que
decir: Pero nosotros tenemos una idea
positiva que proponer”.
[ii] Vease Tambien: Benedicto XVI, «DEUS CARISTAS EST», número 3:
“la Iglesia, con sus preceptos y
prohibiciones, ¿no convierte acaso en amargo lo más hermoso de la vida?”
[iii] Benedicto XVI, Op. Cit., número 1: “No se
comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el
encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a
la vida y, con ello, una orientación decisiva”.
[iv] James R. Brockman, S.J., “The Spiritual Journey of Oscar Romero” (“La
trayectoria espiritual de Óscar Romero”), Spirituality
Today, invierno 1990, Vol. 42 No. 4 303-322, disponible aqui:
https://opcentral.org/resources/2015/01/21/james-r-brockman-s-j-the-spiritual-journey-of-oscar-romero/#4.
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