Sunday, January 6, 2019

Un breve historial de los Doctores de la Iglesia


[ English ]

La historia del reconocimiento oficial de los Doctores de la Iglesia Universal comienza con un cuarteto de santos. A mediados del siglo VIII, “cuatro figuras habían surgido como los ‘doctores’ preeminentes de la Iglesia latina, es decir, Ambrosio, Agustín, Gregorio el Grande y Jerónimo.”[i] Sin embargo, no fue hasta el año 1298 que el Papa Bonifacio VIII los reconoció como “doctores” en una carta decretal titulada «Gloriosus Deus».

I.             PROCLAMACIONES DE 1298
1. San Gregorio Magno, papa (c. 540 - 604)
2. San Ambrosio, obispo (c. 340 - 397)
3. San Agustín, obispo (354 - 430)
4. San Jerónimo, sacerdote / monje (c. 347 - 420)

El tiempo promedio para estos cuatro desde la fecha de su muerte hasta que fueron reconocidos como doctores en 1298 fue de 835 años, por lo que a partir de esta primera proclamación, no se reconocieron doctores a la carrera. La decisión de Bonifacio facilitó la elevación litúrgica de cuatro santos ya reconocidos.[ii] Estos cuatro fueron reconocidos porque, según Bonifacio, habían “revelado los misterios de las Escrituras, desatado nudos [es decir, disolvieron perplejidades], aclararon dificultades y explicaron lo que era incierto”.[iii]
Durante los siguientes dos siglos y medio, la lista de “doctores” permaneció estática, y no hubo nuevos doctores nombrados hasta 1567, cuando hubo una serie de adiciones durante un período de 21 años:

II.            PROCLAMACIONES DEL SIGLO “16”
5. Santo Tomás de Aquino, sacerdote / teólogo (1225 - 1274; reconocido en 1567 por el Papa Pío V)
6. San Juan Crisóstomo, arzobispo (347 - 407; reconocido en 1568 por el Papa Pío V)
7. San Basilio el Grande, obispo (330 - 379; reconocido en 1568 por el Papa Pío V)
8. San Gregorio de Naziano, arzobispo (329 - 389; reconocido en 1568 por el Papa Pío V)
9. San Atanasio, arzobispo (298 - 373; reconocido en 1568 por el Papa Pío V)
10. San Buenaventura, cardenal / teólogo (1221 - 1274; reconocido en 1588 por el Papa Sixto V)

Estas seis adiciones se pueden dividir en dos movimientos principales. El primero fue la adición de “Cuatro Padres Griegos” para complementar a los “Cuatro Padres Latinos” que habían sido consagrados en 1298. Así, en 1568, el Papa Pío V agregó a los Tres Santos Jerarcas del Este (Juan Crisóstomo, Basilio el Grande, y Gregorio de Nazianzus), más Atanasio para equilibrar (Cuatro Padres del Este y Cuatro del Oeste).[iv]
La segunda dinámica conllevó una innovación: el reconocimiento de Tomás de Aquino y Buenaventura expandió los parámetros más allá de los padres antiguos para incluir personajes del segundo milenio.
El intervalo promedio entre la muerte y el doctorado para los proclamados en el siglo XVI aumentó a 888 años (principalmente debido al hecho de que la mayoría de los doctores databan de la era patrística, y el lapso de tiempo desde ella). De los doctores reconocidos en el siglo XVI, todos menos uno eran obispos.
No hubo nuevas proclamaciones durante el siglo XVII y solo cuatro durante el siglo XVIII:

III.           PROCLAMACIONES DEL SIGLO “18”
11. San Anselmo, arzobispo (1033 o 1034 - 1109; reconocido en 1720 por el Papa Clemente XI)
12. San Isidoro de Sevilla, arzobispo (560 - 636; reconocido en 1722 por el Papa Inocencio XIII)
13. San Pedro Crisólogo, obispo (406 - 450; reconocido en 1729 por el Papa Benedicto XIII)
14. San León el Grande, papa (400 - 461; reconocido en 1754 por el Papa Benedicto XIV)

Para este entonces, el proceso de proclamación de doctores se había formalizado y asignado a la Congregación de los Ritos.[v] Además, durante el siglo XVIII, los requisitos para reconocer doctores fueron articulados en un tomo del cardenal Próspero Lambertini (después, Papa Benedicto XIV):
Para llegar a ser Doctor de la Iglesia se necesitan tres cosas: en particular, doctrina eminente, santidad de vida sobresaliente...; y una declaración aprobada por el sumo pontífice o por un Concilio General legítimamente reunido.[vi]
Esos mismos requisitos siguen vigentes hoy en día.
Como podemos ver, todos los doctores proclamados durante el siglo XVIII fueron obispos (incluido un papa); tres datan del primer milenio y uno del segundo milenio; el intervalo promedio de muerte a doctorado se disparó a los 1,067 años.
Si el proceso formal fue lento en producir resultados durante el siglo XVIII, esto estaba a punto de cambiar.

IV.          PROCLAMACIONES DEL SIGLO “19”
15. San Pedro Damián, cardenal (1007-1072; reconocido en 1828 por el Papa León XII)
16. San Bernardo de Clairvaux, sacerdote (1090 - 1153; reconocido en 1830 por el Papa Pío VIII)
17. San Hilario de Poitiers, obispo (300 - 367; reconocido en 1851 por el Papa Pío IX)
18. San Alfonso Liguori, obispo (1696 - 1787; reconocido en 1871 por el Papa Pío IX)
19. San Francisco de Sales, obispo (1567 - 1622; reconocido en 1877 por el Papa Pío IX)
20. San Cirilo de Alejandría, arzobispo (376 - 444; reconocido en 1883 por el Papa León XIII)
21. San Cirilo de Jerusalén, arzobispo (315 - 386; reconocido en 1883 por el Papa León XIII)
22. San Juan Damasceno, sacerdote / monje (676 - 749; reconocido en 1890 por el Papa León XIII)
23. San Bede el Venerable, sacerdote / monje (672 - 735; reconocido en 1899 por el Papa León XIII)

Nueve doctores nuevos fueron reconocidos en el siglo XIX, más del doble de los que se había reconocido en el siglo anterior, y cuatro de los nuevos doctores eran hombres del segundo milenio. El intervalo promedio entre la muerte y el doctorado se mantuvo alto en 944 años, impulsado por la creciente brecha entre la actualidad y la era patrística, de donde originaban cinco de los nuevos doctores. Sin embargo, la celeridad demostrada en los resultados del siglo XIX es impresionante: un caso en particular, el de San Alfonso Liguori, resultó en una proclamación apenas 84 años después de la muerte del santo, ¡un verdadero abrir y cerrar de ojos en los tiempos de la Iglesia!
Además, la gran mayoría de los nuevos doctores, siete de ellos, fueron reconocidos durante un tramo prodigioso que involucró a solo dos papas, Pío IX y León XIII. Seis de estos doctores, comenzando con Alfonso, fueron reconocidos en los 30 años inmediatamente posteriores al Concilio Vaticano I.
Luego, la “fábrica de doctores” de la Iglesia hizo una pausa de veinte años.

V.            PROCLAMACIONES DEL SIGLO “20”
24. San Efrén, diácono (306 - 373; reconocido en 1920 por el Papa Benedicto XV)
25. San Pedro Canisio, sacerdote (1521 - 1597; reconocido en 1925 por el Papa Pío XI)
26. San Juan de la Cruz, sacerdote / místico (1542 - 1591; reconocido en 1926 por el Papa Pío XI)
27. San Roberto Bellarmín, arzobispo (1542 - 1621; reconocido en 1931 por el Papa Pío XI)
28. San Alberto Magno, obispo (1193-1280; reconocido en 1931 por el Papa Pío XI)
29. San Antonio de Padua, sacerdote (1195 - 1231; reconocido en 1946 por el Papa Pío XII)
30. San Lorenzo de Brindisi, sacerdote / diplomático (1559 - 1619; reconocido en 1959 por el Papa Juan XXIII)
31. Santa Teresa de Ávila, mística (1515 - 1582; ​​reconocida en 1970 por el Papa Pablo VI)
32. Santa Catalina de Siena, mística (1347 - 1380; reconocida en 1970 por el Papa Pablo VI)
33. Santa Teresa de Lisieux, monja (1873 - 1897; reconocida en 1997 por el Papa Juan Pablo II)

Dos cosas sobresalen de las proclamaciones del siglo XX. La primera es la innovación obvia, después del Concilio Vaticano II: la grata adición de mujeres (Santa Teresa de Ávila, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Lisieux). Sólo uno de los doctores del siglo XX data de la época patrística. Como resultado, el intervalo promedio de muerte a doctorado se redujo a 530 años, más bajo que nunca. Sólo dos fueron obispos.
Lo segundo que destaca es la cercanía de los resultados del Siglo XX a los del Siglo XIX en términos numéricos: solo un doctor más durante un tiempo tan activo y complicado. Si bien se dice que Juan Pablo II canonizó más santos nuevos que todos sus predecesores combinados, solo creó un nuevo doctor. La mayoría de los doctores del siglo XX datan de la primera mitad del siglo y la mayoría de ellos fueron creados por Pío XI. Y, aunque Teresa de Lisieux fue reconocida como doctora en apenas cien años, esto no supera el récord del siglo XIX establecido para Alfonso Liguori (84 años).

VI.          PROCLAMACIONES DEL SIGLO “21”
34. San Juan de Ávila, sacerdote / místico (1500 - 1569; reconocido en 2012 por el Papa Benedicto XVI)
35. Santa Hildegarda de Bingen, abadesa / teóloga (1098-1179; reconocida en 2012 por el Papa Benedicto XVI)
36. San Gregorio de Narek, monje / teólogo (951 - 1003; reconocido en 2015 por el Papa Francisco)

El Siglo XXI sigue tierno y a muchos nos parece una extensión del Siglo XX. Las tres proclamaciones hasta ahora no distinguen este siglo del pasado. De hecho, las tres se remontan a la primera parte del segundo milenio. No hay obispos entre ellas. Se desconoce el futuro, pero al menos un indicador sugiere que se pueden lograr números más altos en comparación a siglos anteriores: en ningún siglo anterior se produjeron nuevos doctores en los primeros veinte años y, aquí, ¡ya tenemos tres!
Además, todavía no ha habido un despliegue de doctores presentados como modelos del aggiornamento del Concilio Vaticano II, o adecuados a los objetivos de la Nueva Evangelización proclamada en los últimos tres pontificados, o diseñados para reconocer los Padres de la Iglesia asiática, africana o Americana.
En consecuencia, esperamos con entusiasmo para ver qué revelaciones la Providencia nos ha reservado.





[i] “ ‘Something Surprising’, Reflections on the Proclamation of St. Therese of Lisieux as ‘Doctor of the Universal Church’,” del p. Steven Payne, incluido en A Better Wine: Essays Celebrating Kieran Kavanaugh, O.C.D., ICS Publications, 2006, pp. 197-230.  Ver también, Saint Therese of Lisieux: Doctor of the Universal Church, Steven Payne, O.C.D., New York: St. Paul's, 2002.  El p. Payne también presentó un discurso sobre este tema en relación a San Óscar Romero en la Universidad de Notre Dame en marzo de 2018.
[ii] Op. Cit. del p. Payne.
[iii] IdTexto original aquí.
[iv] Id.
[v] Id.
[vi] Id

No comments:

Post a Comment

The Key to the Salvadoran Martyrology

  [ Español ] #Beatification #Canonization   “ Martyrs are perennially the best the Church has to o...