Thursday, March 21, 2019

Gustavo Gutiérrez avala idea de Romero, doctor

El P. Gutiérrez en la celebración de sus 90 años.  Foto Caretas.pe.


El renombrado sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, O.P., llamado a veces el “Padre de la Teología de la Liberación”, ha dado su aval a la propuesta de San Óscar Romero como “Doctor de la Iglesia”.  Durante una intervención vía internet en un panel de la conferencia “Romero Days” en la Universidad de Notre Dame, Indiana, EEUU, el filósofo y teólogo calificó de “excelente” la idea.  San Romero fue un escritor prolífico, explicó el P. Gutiérrez, y se puede deducir mucho de sus obras.

En particular, según fuentes que participaron en el enlace, el P. Gutiérrez enfatizó que se debe emular el modelo de “ver, juzgar y actuar” utilizado por San Romero en un proceso de conversión que se desarrolló a través de varios años en cuales Romero se dejó guiar de las injusticias de las que fue testigo.  El P. Gutiérrez también reconoció que Romero no fue seguidor de corrientes liberacionistas y que tuvo su propio proceso de concientización con los pobres.  El sacerdote del orden dominicano también argumentó de que, más que escritos, se debe tomar en cuenta el amor al prójimo como algo que tiene “más valor que todas las teologías”.

En declaraciones previas, el P. Gutiérrez ya había dicho que “la historia de la Iglesia en América Latina se divide en antes y después de Monseñor Romero”.

La conferencia en Notre Dame, desarrollada por 30 años, ha sido un principal terreno de desove para la propuesta de Romero, Doctor; fue allí que el P. Robert Pelton propuso a Romero como un “Doctor Pastoral de la Iglesia Universal” en marzo del 2017.  La propuesta fue retomada en mayo de ese año por el entonces Nuncio Apostólico en El Salvador, Mons. León Kalenga, quien la presentó ante una asamblea del Concejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), “arrancando espontánea y efusivamente un gran y masivo aplauso”, según un informe del CELAM.  En la conferencia de marzo del 2018, el P. Steven Payne expuso sobre los retos y requisitos de la propuesta.  Finalmente, en octubre del 2018, el Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas, solicitó la apertura de un proceso formal para lograr el reconocimiento en un discurso ante el Papa Francisco después de la canonización de Romero.

Análisis: El aval del P. Gutiérrez es un desarrollo importante en este proceso, que puede tomar varias décadas para llegar a su plenitud, pero no es en sí decisivo.  En cierto sentido, la opinión del P. Gutiérrez tiene peso por tratarse de un eminente teólogo, pero, al final de cuentas, es solamente la opinión de un teólogo, cuando lo que se necesita es un consenso colectivo de todos los teólogos y pastores de que Romero ha tenido impacto suficiente para ser reconocido.  No obstante, el respaldo del P. Gutiérrez demuestra que la propuesta de Romero, Doctor sigue percolando y ganando espacio.  Además, en la medida en que el P. Gutiérrez es un teólogo influyente, podría instar a otros teólogos a estudiar a Romero e incorporarlo en sus análisis.  Por ejemplo, se conoce que el P. Gutiérrez es amigo del Cardenal Gerhard Ludwig Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo apoyo podría ser importante.  En una intervención en Panamá, el Papa Francisco reveló haber concelebrado una Misa con el P. Gutiérrez y el prelado alemán.  Finalmente, la lógica que expresa el P. Gutiérrez en su valoración favorable confirma los argumentos expuestos por otros defensores de la propuesta.

En fin, la propuesta de Romero, doctor sigue ganando simpatizantes.

Sunday, March 10, 2019

San Romero citado por los papas

¿Cuál papa ha mencionado más a San Óscar Romero?


Cuando el Papa Francisco citó un largo fragmento de una homilía de San Óscar Romero en su discurso a un grupo de la Pontificia Comisión por la América Latina, fue la décima octava vez que el Papa latinoamericano se refería al mártir salvadoreño en una declaración oficial.  Esto lo convierte no solo en el Pontífice que más ha mencionado a San Romero; sino también lo ha hecho más que la suma de sus dos predecesores en conjunto.  San Juan Pablo II mencionó a Romero en público en ocho ocasiones;[i] Benedicto XVI en tres;[ii] y Francisco, dieciocho hasta la fecha.[iii]

La diferencia entre la cantidad de veces que cada papa ha mencionado a Romero se explica fácilmente a base de las circunstancias de cada pontificado.  A San Juan Pablo le tocó hablar de Romero cuando este fue asesinado, y las dos veces que el papa polaco visitó El Salvador; incluyendo, en ambas ocasiones, la Tumba de Romero (el único pontífice en hacerlo hasta la fecha).  Benedicto, en cambio, ascendió al trono de San Pedro un cuarto de siglo después del asesinato, y renunció el pontificado antes de que se concluyera el proceso de santidad de Romero (aunque fue él, quien lo impulsó a la recta final).  Finalmente, Francisco ha sido el Papa durante tanto la beatificación como también la canonización de Romero, y el que ha tenido que contextualizarlo.

Por otro lado, la diferencia entre Francisco y sus predecesores no ha sido solo la cantidad de menciones sino también la calidad de estas.  Juan Pablo y Benedicto mencionaron a Romero en términos generales, para retomar la figura de Romero de manera positiva, y también su martirio.  Ambos nos dejaron frases memorables: Juan Pablo describía a Mons. Romero como un “pastor celoso”. Benedicto resalta por su frase expurgada del registro—cuando dijo que personalmente no dudaba la santidad de Romero, autoridades vaticanas pensaron el pronunciamiento prematuro.

Francisco, por su parte, ha sido el primer papa en citar las palabras de Romero (el 7 de enero del 2015), el primero en citarlo como autoridad para establecer un dato (el 15 de noviembre del 2018), el primero en dedicar todo un documento a Romero (el 23 de mayo del 2015), y también el primero en dedicar un discurso entero a Romero (el 30 de octubre del 2015).

Las cinco referencias más significativas de Romero por el Papa Francisco han sido estas:

       La “Carta Apostólica” declarándolo Beato.  El texto resume los méritos del arzobispo que lo hacen digno de veneración en la Iglesia, por ser un: “Obispo y mártir, pastor según el corazón de Cristo, Evangelizador y padre de los pobres, [y] Testigo heroico del Reino de Dios, Reino de justicia, fraternidad y paz”.  El Cardenal Ángelo Amato explicó que estas palabras reconocían que Romero “amó a sus fieles y a sus sacerdotes con el afecto y con el martirio, dando la vida como ofrendo de reconciliación y de paz”.  Esto cambió el discurso completamente sobre Romero, especialmente en El Salvador. [Análisis adicional.] 
      La carta al Arzobispo de San Salvador para la Beatificación de Romero.  En este texto, Francisco presenta a Romero, en vida, como “imagen de Cristo Buen Pastor”, y ya Beato, como un “amigo en la fe” para “quienes lo invoquen como protector e intercesor, quienes admiren su figura, [y] encuentren en él fuerza y ánimo para construir el Reino de Dios”.  Francisco cita las palabras de Romero, diciendo que “Es necesario renunciar a «la violencia de la espada, la del odio», y vivir «la violencia del amor, la que dejo a Cristo clavado en una cruz, la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos y para que no haya desigualdades tan crueles entre nosotros».” (Ver, Homilía, 27 de noviembre de 1977.) 
          Discurso ante peregrinos salvadoreños después de la beatificación. Como es cierto en muchos discursos del Papa Francisco, lo que hizo impacto de esta alocución no fueron las palabras del texto oficial preparado para la ocasión, sino la parte que el Pontífice añadió espontáneamente al final para reconocer que Romero había sido maltratado por la Iglesia.  Yo era sacerdote joven y fui testigo de eso”, dijo el Papa con su característica franqueza: “fue difamado, calumniado, ensuciado, o sea que su martirio se continuó incluso por hermanos suyos en el sacerdocio y en el episcopado”. Las palabras llevaron al Arzobispo de San Salvador a pedir perdón públicamente por el maltrato de Romero. 
          Discurso ante los obispos centroamericanos durante la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá.  Francisco presentó a San Romero como un referente para los obispos: “Su vida y enseñanza”, dijo el Papa, “son fuente constante de inspiración para nuestras Iglesias y, de modo particular, para nosotros obispos”.  El Papa propuso el lema episcopal de Romero, “Sentir con la Iglesia”, como la “brújula que marcó su vida en fidelidad”, y que “expresa de manera clara su principio inspirador y lo que fue su vida de pastor”.  Francisco también señaló la “Kénosis” de Romero: su disponibilidad de vaciarse de todo rasgo del poder y de todo privilegio mundano, como guía para imitar más fielmente a Cristo. 
          Finalmente, el discurso ante la Academia de Lideres Católicos. Un mes después de rehabilitar al P. Ernesto Cardenal, sancionado por Juan Pablo II por integrarse al gobierno sandinista, Francisco reiteró que los cristianos deben priorizar su lealtad a la iglesia sobre cualquier otra, incluso a organizaciones políticas, citando lo que podríamos llamar la “Doctrina Romero”—un extenso fragmento de una homilía del santo, en que explica las responsabilidades en la ‘dimensión política de la fe’.  En América Latina tenemos un santo que sabía bien de estas cosas”, dijo el Papa, asegurando que Romero elaboró su fórmula para los políticos cristianos “con la mente y el corazón puestos en Jesús y guiado por la Doctrina social de la Iglesia”.

Próximamente esperaremos ver a San Óscar Romero citado en alguna encíclica u otro documento del magisterio papal.  Esto indicaría que además de ser un gran mártir, San Romero es también un maestro del Concilio traducido en acción pastoral, como nos ha estado indicando el Papa Francisco en las referencias más recientes.









Monday, March 4, 2019

Pope quotes St. Romero on political dimension of the faith

Vatican Insider / La Stampa photo.


In his speech to a group from the Pontifical Commission for Latin America on March 4, 2019, Pope Francis proposed Saint Oscar Romero as a reference for Catholic leaders of the continent and quoted a long excerpt from one of his homilies. [Text of the speech here.]   It was the second time so far this year that the Holy Father quoted St. Romero extensively, after doing so before Central American bishops in Panama at the end of January.

In his words to the Academy of Catholic Leaders, a group of 26 participants in a 9-day seminar held in Rome, Francis urged a new approach to politics in Latin America, incorporating the principles of the social doctrine, including a concept of Christian identity that places evangelical principles over ideological commitments.   In this context, the Pope quoted St. Romero.

In Latin America we have a saint who knew these things well,” said the Pontiff to introduce the Romero quotation.   He knew how to live the faith as friendship and commitment to his people to the extent of giving his life for them,” said the Pope, framing the Romero context of the quote.

The Pope then recited over 200 words from an August 6, 1978 homily by the Salvadoran martyr, offered during the celebration of the patronal feast of El Salvador, in which Romero summarized the message of his Third Pastoral Letter, “The Church and Popular Political Organizations.”

These are St. Romero’s words cited by Pope Francis:

The Church cannot be identified with any organization, not even with those that call themselves Christian.  The Church is not the organization and the organization is not the Church.  If Christians have matured in their faith and their political vocation, then concerns of faith cannot be simply identified with a specific political concern.  Still less can the Church and the organization be identified as one and the same reality.  No one can say that within a certain organization all the Christian demands of the faith will be developed.  Not every Christian has a political vocation, and political activism is not the only activity that implies a concern for justice.  There are also other ways to translate one’s faith into work for justice and the common good. One cannot insist that the Church or its ecclesial symbols become instruments of political activity.  To be a good political activist one need not be a Christian, but Christians involved in political activity have an obligation to profess their faith in Christ and to use methods that are congruent with their faith.  If a conflict arises in this area between loyalty to the faith and loyalty to the organization, genuine Christians must choose faith and demonstrate that their struggle for justice is for the justice of God’s kingdom and no other.

The Holy Father explained that St. Romero made this statement “so that the lay faithful could be free and not slaves, so they could rediscover the reasons why it is worth entering politics but with the Gospel as a starting point, overcoming ideologies.”

The Pope explained that the holy bishop “saw many lay people who wanted to change things but who were often led astray by false ideological responses. With his mind and heart set on Jesus, and guided by the Social Doctrine of the Church, Saint Oscar Arnulfo Romero” made the statement he had just cited, the Pope explained.

According to Romero’s biographer, James R. Brockman, SJ, “The concrete question for Romero’s people” addressed in his Third Letter “was the Church’s relationship to the peasant organizations and other grass-roots political organizations that were growing in El Salvador.”[i]

The Salvadoran-Basque theologian Jon Sobrino, SJ explains that Romero’s letter

deals with the relationship of the Church and Popular Organizations. From the outset, it recognizes that it is a new problem so you have to study that relationship well. It is necessary to clarify the proper nature of the Church, which is at the service of the people and must be incorporated into the work of liberation. And then it addresses the concrete problems that arise from this new situation: the relationship between faith and politics, unification but not identification, Christian politicians’ loyalty to their faith, authenticity, non-instrumentalization, freedom: that you cannot push everyone into the organization, the specific roles of priests and laity in hierarchical collaboration.[ii]

The subject is an important in Romero’s thinking, so much so that he dedicated a speech delivered at the University of Louvain in February 1980 to the “political dimension of faith from the option for the poor.”   It is obvious that Pope Francis, in presenting Romero and extracting these lines from his thought, understands perfectly its importance.

The Pope has been lifting messages from Romero’s teachings since the beginning of the year.   After having quoted him before the Central American bishops during World Youth Day in Panama, when he proposed Romero as a pastoral example, Francis also expressed his own Romero devotion in words published after the conclusion of the trip.

On January 26, 2019, Francis met with 30 Jesuits from the Central American Province, to whom he said “At the entrance to my room there is a frame containing a piece of cloth with Romero’s blood and notes from a catechesis by Rutilio [Grande].”[iii]









[i] “Pastoral Teaching of Archbishop Oscar Romero,” Spirituality Today, Summer 1988, Vol.40 No. 2.  Available online at: https://opcentral.org/resources/2015/01/19/james-r-brockman-pastoral-teaching-of-archbishop-oscar-romero/.
[ii] Tres Cartas Pastorales de Monseñor Romero en la fiesta del Divino Salvador” ("Three Pastoral Letters of Archbishop Romero for the Feast of the Divine Savior"), Carta a las Iglesias, July 20, 2012.  Available online at: http://www.uca.edu.sv/publica/cartas/media/archivo/e2434e_pag18cartaspastoralesderomero.pdf.
[iii] " ‘Put your lives at stake’: Pope Francis in dialogue with the Jesuits of Central America," Civiltà Cattolica, February 14, 2019.   Available online at: https://laciviltacattolica.com/put-your-lives-at-stake/.

Papa cita a San Romero sobre dimensión política de la fe

Foto Vatican Insider / La Stampa.

[ English ]

En su discurso a un grupo de la Pontificia Comisión para América Latina el 4 de marzo del 2019, el Papa Francisco propuso a San Óscar A. Romero como referente para los líderes católicos del continente y citó un largo fragmento de una de sus homilías. [Texto del discurso aquí.]  Ha sido la segunda vez en lo que va del año, en que el Santo Padre ha citado extensivamente a San Romero, después de hacerlo ante los obispos centroamericanos en Panamá a finales de enero.

En sus palabras a la Academia de Lideres Católicos, un grupo de 26 participantes en un seminario de 9 días celebrado en Roma, Francisco instó a un nuevo acercamiento a la política en la América Latina que incorpore los principios de la doctrina social, incluyendo un concepto de identidad cristiana que coloque los principios evangélicos sobre los compromisos ideológicos.  En este contexto, el Papa citó a San Romero.

En América Latina tenemos un santo que sabía bien de estas cosas”, dijo el Pontífice para presentar la citación de Romero.  Supo vivir la fe como amistad y el compromiso con su pueblo hasta dar la vida por él”, dijo el Papa, introduciendo el contexto romeriano de la cita.

Aquí el papa insertó 220 palabras de la homilía del mártir salvadoreño del 6 de agosto de 1978, durante la fiesta patronal de El Salvador, en que Romero resumía el mensaje de su Tercera Carta Pastoral, “La Iglesia y las organizaciones políticas y populares”.

Estas son las palabras de San Romero citadas por el Papa Francisco:

La Iglesia no se puede identificar con ninguna organización, ni siquiera con aquellas que se califiquen y se sientan cristianas. La Iglesia no es la organización, ni la organización es la Iglesia. Si en un cristiano han crecido las dimensiones de la fe y de la vocación política, no se pueden identificar sin más las tareas de la fe y una determinada tarea política, ni mucho menos se pueden identificar Iglesia y organización. No se puede afirmar que solo dentro de una determinada organización se puede desarrollar la exigencia de la fe. No todo cristiano tiene vocación política, ni el cauce político es el único que lleva a una tarea de justicia. También hay otros modos de traducir la fe en un trabajo de justicia y de bien común. No se puede exigir a la Iglesia o a sus símbolos eclesiales que se conviertan en mecanismos de actividad política. Para ser buen político no se necesita ser cristiano, pero el cristiano metido en actividad política tiene obligación de confesar su fe. Y si en eso surgiera en este campo un conflicto entre la lealtad a su fe y la lealtad a la organización, el cristiano verdadero debe preferir su fe y demostrar que su lucha por la justicia es por la justicia del Reino de Dios, y no otra justicia.

El Santo Padre explicó que al pronunciar estas palabras, San Romero buscaba “que los fieles laicos fueran libres y no esclavos, para que reencontraran las razones por las que vale la pena hacer política pero desde el evangelio superando las ideologías”.

El Papa explicó que el obispo santo “veía a muchos laicos deseosos de cambiar las cosas pero que muchas veces se extraviaban con falsas respuestas de tipo ideológico. Con la mente y el corazón puestos en Jesús y guiado por la Doctrina social de la Iglesia, san Óscar Arnulfo Romero” hizo la ponencia citada por el Papa, explicó el mismo Pontífice.

Según el biógrafo de Romero, James R. Brockman, S.J., “La pregunta concreta para el pueblo de Romero” abordada en su Tercera Carta “era la relación de la Iglesia con las organizaciones campesinas y otras organizaciones políticas de base que estaban creciendo en El Salvador”.[i]

El teólogo salvadoreño-vasco Jon Sobrino, S.J. explica que la carta de Romero

aborda la relación de la Iglesia y las Organizaciones populares. Al nivel de principios, reconoce que es un problema nuevo por lo cual hay que estudiar bien esa relación. Hay que esclarecer la naturaleza propia de la Iglesia, insistir en que está al servicio del pueblo y debe insertarse en los esfuerzos liberadores. Y después aborda los problemas concretos que surgen de esta nueva situación: relación entre fe y política, unificación pero no identificación, lealtad del cristiano político a su fe, autenticidad, no instrumentalización, libertad: no se puede empujar a todos a la organización, lo específico de sacerdotes y laicos en colaboración jerárquica.[ii]

El argumento es importante para el pensamiento de Romero, tanto así que dedica un discurso pronunciado en la Universidad de Lovaina en febrero de 1980 a la “dimensión política de la fe desde la opción por los pobres”.  Es obvio que el Papa Francisco, al presentar a Romero y al extraer estas líneas de su pensamiento, comprende perfectamente bien su importancia.

El Papa ha estado desprendiendo mensajes de las enseñanzas de Romero desde comenzar el año.  Después de haberlo citado ante los obispos centroamericanos durante la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, proponiéndolo como ejemplo pastoral, también expresó su propia devoción romeriana en palabras que fueron publicadas después de la conclusión del viaje.

El 26 de enero de 2019, Francisco se encontró con 30 jesuitas de la provincia centroamericana, a quienes dijo “En la entrada de mi cuarto tengo un marco que contiene un pedazo de tela ensangrentada de Romero y los apuntes de una catequesis de Rutilio [Grande]”.[iii]









[i] Pastoral Teaching of Archbishop Oscar Romero,” (“La Enseñanza Pastoral de Mons. Óscar Romero”), Spirituality Today, Verano 1988, Vol.40 N º 2.  Disponible en línea en: https://opcentral.org/resources/2015/01/19/james-r-brockman-pastoral-teaching-of-archbishop-oscar-romero/.
[ii] “Tres Cartas Pastorales de Monseñor Romero en la fiesta del Divino Salvador”, Carta a las Iglesias, 20 de julio del 2012.  Disponible en línea en: http://www.uca.edu.sv/publica/cartas/media/archivo/e2434e_pag18cartaspastoralesderomero.pdf.
[iii] “Jugarse la vida,” Civiltà Cattolica, 14 de febrero del 2019.  Disponible en linea en: https://www.civiltacattolica-ib.com/jugarse-la-vida-jesuitas-centroamericanos/.

The Key to the Salvadoran Martyrology

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