Foto Vatican Insider / La Stampa. |
[ English ]
|
|
En su discurso a un grupo de la Pontificia Comisión para América Latina el 4 de marzo del 2019, el Papa Francisco propuso a San Óscar A. Romero como referente para los líderes católicos del continente y citó un largo fragmento de una de sus homilías. [Texto del discurso aquí.] Ha sido la segunda vez en lo que va del año, en que el Santo Padre ha citado extensivamente a San Romero, después de hacerlo ante los obispos centroamericanos en Panamá a finales de enero.
En sus palabras a la Academia de Lideres Católicos, un grupo de 26 participantes en un seminario de 9 días celebrado en Roma, Francisco instó a un nuevo acercamiento a la política en la América Latina que incorpore los principios de la doctrina social, incluyendo un concepto de identidad cristiana que coloque los principios evangélicos sobre los compromisos ideológicos. En este contexto, el Papa citó a San Romero.
“En América Latina tenemos un santo que sabía bien de estas cosas”, dijo el Pontífice para presentar la citación de Romero. “Supo vivir la fe como amistad y el compromiso con su pueblo hasta dar la vida por él”, dijo el Papa, introduciendo el contexto romeriano de la cita.
Aquí el papa insertó 220 palabras de la homilía del mártir salvadoreño del 6 de agosto de 1978, durante la fiesta patronal de El Salvador, en que Romero resumía el mensaje de su Tercera Carta Pastoral, “La Iglesia y las organizaciones políticas y populares”.
Estas son las palabras de San Romero citadas por el Papa Francisco:
La Iglesia
no se puede identificar con ninguna organización, ni siquiera con aquellas que
se califiquen y se sientan cristianas. La Iglesia no es la organización, ni la
organización es la Iglesia. Si en un cristiano han crecido las dimensiones de
la fe y de la vocación política, no se pueden identificar sin más las tareas de
la fe y una determinada tarea política, ni mucho menos se pueden identificar
Iglesia y organización. No se puede afirmar que solo dentro de una determinada
organización se puede desarrollar la exigencia de la fe. No todo cristiano
tiene vocación política, ni el cauce político es el único que lleva a una tarea
de justicia. También hay otros modos de traducir la fe en un trabajo de
justicia y de bien común. No se puede exigir a la Iglesia o a sus símbolos
eclesiales que se conviertan en mecanismos de actividad política. Para ser buen
político no se necesita ser cristiano, pero el cristiano metido en actividad
política tiene obligación de confesar su fe. Y si en eso surgiera en este campo
un conflicto entre la lealtad a su fe y la lealtad a la organización, el
cristiano verdadero debe preferir su fe y demostrar que su lucha por la
justicia es por la justicia del Reino de Dios, y no otra justicia.
El Santo Padre explicó que al pronunciar estas palabras, San Romero buscaba “que los fieles laicos fueran libres y no esclavos, para que reencontraran las razones por las que vale la pena hacer política pero desde el evangelio superando las ideologías”.
El Papa explicó que el obispo santo “veía a muchos laicos deseosos de cambiar las cosas pero que muchas veces se extraviaban con falsas respuestas de tipo ideológico. Con la mente y el corazón puestos en Jesús y guiado por la Doctrina social de la Iglesia, san Óscar Arnulfo Romero” hizo la ponencia citada por el Papa, explicó el mismo Pontífice.
Según el biógrafo de Romero, James R. Brockman, S.J., “La pregunta concreta para el pueblo de Romero” abordada en su Tercera Carta “era la relación de la Iglesia con las organizaciones campesinas y otras organizaciones políticas de base que estaban creciendo en El Salvador”.[i]
El teólogo salvadoreño-vasco Jon Sobrino, S.J. explica que la carta de Romero
aborda la
relación de la Iglesia y las Organizaciones populares. Al nivel de principios,
reconoce que es un problema nuevo por lo cual hay que estudiar bien esa
relación. Hay que esclarecer la naturaleza propia de la Iglesia, insistir en
que está al servicio del pueblo y debe insertarse en los esfuerzos liberadores.
Y después aborda los problemas concretos que surgen de esta nueva situación:
relación entre fe y política, unificación pero no identificación, lealtad del
cristiano político a su fe, autenticidad, no instrumentalización, libertad: no
se puede empujar a todos a la organización, lo específico de sacerdotes y
laicos en colaboración jerárquica.[ii]
El argumento es importante para el pensamiento de Romero, tanto así que dedica un discurso pronunciado en la Universidad de Lovaina en febrero de 1980 a la “dimensión política de la fe desde la opción por los pobres”. Es obvio que el Papa Francisco, al presentar a Romero y al extraer estas líneas de su pensamiento, comprende perfectamente bien su importancia.
El Papa ha estado desprendiendo mensajes de las enseñanzas de Romero desde comenzar el año. Después de haberlo citado ante los obispos centroamericanos durante la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, proponiéndolo como ejemplo pastoral, también expresó su propia devoción romeriana en palabras que fueron publicadas después de la conclusión del viaje.
El 26 de enero de 2019, Francisco se encontró con 30 jesuitas de la provincia centroamericana, a quienes dijo “En la entrada de mi cuarto tengo un marco que contiene un pedazo de tela ensangrentada de Romero y los apuntes de una catequesis de Rutilio [Grande]”.[iii]
[i] “Pastoral Teaching of Archbishop Oscar Romero,” (“La Enseñanza
Pastoral de Mons. Óscar Romero”), Spirituality Today, Verano 1988,
Vol.40 N º 2. Disponible en línea en: https://opcentral.org/resources/2015/01/19/james-r-brockman-pastoral-teaching-of-archbishop-oscar-romero/.
[ii] “Tres Cartas Pastorales de
Monseñor Romero en la fiesta del Divino Salvador”, Carta a las Iglesias, 20
de julio del 2012. Disponible en línea en:
http://www.uca.edu.sv/publica/cartas/media/archivo/e2434e_pag18cartaspastoralesderomero.pdf.
[iii] “Jugarse la vida,” Civiltà
Cattolica, 14 de febrero del 2019.
Disponible en linea en: https://www.civiltacattolica-ib.com/jugarse-la-vida-jesuitas-centroamericanos/.
No comments:
Post a Comment